viernes, 13 de enero de 2012

Salta y Bolivia /3 Desde Sucre, bella ciudad colonial

Acá estamos, en Sucre. Llegamos ayer, aunque parece más tiempo.
Retomando desde donde los habíamos dejado, un cambio importante fue que nos quedamos dos noches en Tarija en lugar de tres, porque los ómnibus salían a la tarde y por lo tanto íbamos a poder aprovechar la mañana; además, descubrimos que no había tanto para hacer, porque nos tocaron algunos días medio nublados y con lluvia, y por eso tuvimos que descartar los balnearios de la zona, como Coimata o Tomatas Grande.
Fuimos al pueblito de San Lorenzo, pero nos desilusionó un poco porque no había mucho para conocer: era solamente un pueblito sencillo con algunos edificios coloniales. Almorzamos en un lugar llamado Tomatitas, tratando de comer algo del pescado local, pero el almuerzo resultó ser mucho más caro y escaso de lo que veníamos acostumbrados. Vic se le animó al "misquinchos", un plato parecido a los cornalitos fritos, con mote (maíz blanco hervido) y una particularidad: cangrejitos de no más de 5 cm, fritos también. Hay fotos que atestiguan que se los comió.
El miércoles 11 aprovechamos la mañana para conocer el Valle de Concepción, recorrer el pueblo y visitar un par de bodegas locales. Además del singani (aguardiente de uva), hacen unos vinos más bien dulces, como el oporto, el semidulce (que para mi gusto es extra-dulce) y el "cholero". Para desquitarnos por el fiasco del día anterior (y por una cena que también dejó mucho que desear) almorzamos en una bodega llamada Casa vieja, en un lugar muy agradable con vista a los viñedos. Volvimos a la terminal y salimos de Tarija a eso de las 17.00 hs, y llegamos más o menos a las 6.30 de la mañana a la terminal de ómnibus de Sucre.
El viaje fue un poco agotador por dos razones: primero, porque no conseguimos semicama y tuvimos que ir en un ómnibus "normal", en el que los asientos se reclinan, pero poquito. Además, el camino de Tarija a Potosí y Sucre es difícil, bien de montaña, con mucha curva, contracurva, subidas y bajadas. Por suerte, de a poco lo van mejorando y asfaltando, pero todavía tiene tramos de ripio que hacían la tarea de dormir algo bastante complicado. En el camino había algunos paisajes muy lindos, y un par de pueblos de montaña, bien de puna, muy bonitos. Seguramente hace mucho frío en toda esa zona, pero en el ómnibus no se sufría demasiado.
Una vez en Sucre, tuvimos que hacer un poco de tiempo para lograr que nos atendieran en la oficina de información turística. Pero para lo único que nos sirvió fue para obtener un mapa de la ciudad, porque la empleada era desastrosa! A toda costa quería que fuéramos a "Parque Cretácico", un lugar privado donde reconstruyeron en tamaño natural los dinosaurios que presuntamente habitaban la región. No nos dio ninguna información coherente sobre alojamiento así que una vez más agradecimos tener nuestra Guía del Buen Pirata edición 2012.
Luego de buscar un poco, encontramos un hostal lindísimo y a muy buen precio, donde estamos realmente muy cómodos y bien atendidos. También tiene la posibilidad de usar la cocina así que estamos aprovechando para hacer comida casera (y con verdurasssssssss!!!!!!!) porque la gastronomía local nos había cansado un poco.
Sucre es una ciudad colonial, como dijimos anteriormente, así que más que nada se pueden conocer iglesias antiguas, museos y sitios históricos, pero es realmente muy pintoresca. Ayer fuimos primero a la Recoleta, donde hay una plaza con un mirador muy lindo de toda la ciudad, y después al convento Santa Clara, donde aún hay monjas de clausura (la mayor de ellas tiene 100 años) y por suerte nos hicieron una visita guiada muy completa e interesante. Nos queda pendiente aún probar los dulces que elaboran las monjitas que deben ser "bocatto di cardinale". Luego fuimos al museo de la Catedral y nos sorprendió saber que la Catedral permanece prácticamente cerrada todo el tiempo, sólo dan misa los jueves a la mañana y el domingo, el resto del tiempo no se puede ingresar. Finalmente, nos dirigimos a la Casa de la libertad, donde también pudimos engancharnos en la visita guiada, con un guía que era un fenómeno, hacía muchos chistes y sabía un montón de historia. La Casa de la libertad fue el lugar donde hubo la primera revolución de Latinoamérica. Inclusive tiene la primera bandera que mandó a hacer Belgrano, que era blanca-celeste-blanca, a la inversa de la actual.
Hoy visitamos la iglesia San Felipe de Nery, donde se puede subir al techo y hay una vista espectacular de todo Sucre. Hace un rato visitamos el museo Charcas, que pertenece a la Universidad San Francisco Xavier (una de las más antiguas de Latinoamérica). El museo era gigante y creemos que con eso ya cubrimos nuestra dosis de restos indígenas, pinturas religiosas y cuadros contemporáneos por un buen rato.
Nuestro próximo objetivo es dirigirnos a la ciudad de Cochabamba, y de ahí empezar a ir hacia el Oriente boliviano, la zona más selvática y tropical. Hoy intentamos sacar pasaje para mañana pero fracasamos miserablemente porque los pasajes de ómnibus a Cochabamba sólo se venden en el día (??). Esta lógica obedece a que, como el camino es de ripio y bastante feo, tienen que asegurarse de que el ómnibus llegue bien para poder vender los pasajes... Para no sufrir tanto esta vez, queremos estar seguros de conseguir semi-cama, y por suerte a partir de Cochabamba sólo nos quedan caminos asfaltados por delante, lo cual va a ser un alivio para nosotros cuando viajemos.

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