sábado, 30 de abril de 2011

Ecuador 2011 /5 Puerto López y la Isla de la Plata: Desde la "Galápagos del pobre", con inminente retorno

Anoche hicimos por Internet el check-in de nuestro vuelo de LAN Guayaquil-Buenos Aires. Estaremos saliendo de acá a las 23:30 hs del día de hoy (1:30 AM del domingo hora argentina), vuelo 1447, y el avión llega a las 9.30 (hora argentina).
Ayer hicimos la excursión de todo el día a la Isla de la Plata, conocida por acá como "la Galápagos del pobre", porque tiene una fauna parecida a la de las famosas islas: fragatas, piqueros de patas
azules, piqueros de Nazca, tortugas marinas, peces de colores, un lobito marino que no se dejó ver... Por supuesto, faltaron las tortugas gigantes y las iguanas prehistóricas y quién sabe cuántos bichos más, pero, como diría Renée, la mamá de Sofi, "por 64 dólares en vez de U$S 800, ¿qué querés?".
Salimos del hostal a las 9:30 y pasamos a buscar con nuestro guía a una señora japonesa llamada Yoko (no era Ono) y a una señora alemana llamada Erika, que tenía como 70 años pero estaba en mejor estado físico que todos nosotros juntos. Luego se nos unieron dos argentinos bastante amargos, tres chicas norteamericanas, una pareja joven de franceses y una familia inglesa, así que la excursión fue muy cosmopolita. Viajamos una hora en una lancha a todo lo que da, que se bamboleaba tanto que temíamos ser despedidos fuera de borda en cualquier momento, o al menos despedir el contenido de nuestros estómagos. Los guías iban lo más campantes como si estuvieran en un colectivo. La hijita de los ingleses, Josie, que tendría unos 10 años, iba pálida, casi la perdemos.
Llegamos y caminamos hasta un punto donde estaba la posibilidad de hacer dos senderos, uno más fácil y otro más difícil, y con posibilidades de ver distintas clases de aves en cada uno. Nos dividimos en dos grupos y nosotros fuimos por el más difícil con la alemana Erika y los franceses. La verdad es que no era nada difícil el sendero y vimos muchos piqueros de patas azules, machos y hembras, una hembra empollando huevos y con un pichón, y también piqueros jóvenes que aún no tienen patas azules. Lo bueno era que los pájaros estaban re cerca nuestro y no se asustaban para nada, así que podíamos estar junto a ellos y, quienes tenían la buena suerte de tener cámara, sacarles fotos. También vimos piqueros de Nazca o "de antifaz", porque tienen en los ojos una franja negra. Son muy lindos y muy graciosos y tampoco se asustaban de nosotros. Al lobito marino no lo vimos, el guía nos dijo que se veían sus huellas en la arena, pero eso nos resultó bastante dudoso...
Erika, la alemana, se solidarizó con nosotros y nos sacó varias fotos, así que esperamos que pueda enviárnoslas por mail. A ella también le robaron, pero en Quito, en la ciudad vieja; la agarraron del cuello y la amenazaron con un cuchillo (por alguna razón, nos resulta familiar). Le robaron 100 dólares y la cámara de fotos con todas las fotos de Galápagos, porque acababa de volver de allí. Luego se compró otra cámara (las bondades de tener euros) y entonces sacaba fotos todo el tiempo para compensar las perdidas.
Después de la caminata, y al encontrarnos con la otra mitad del grupo, constatamos que los senderos no habían sido muy diferentes. Ellos vieron otro tipo de pájaros que se llaman fragatas, son negros y los machos tienen un buche rojo que inflan para atraer a las hembras. Otro dato curioso es que, cuando están volando, la forma de las alas de las fragatas les hace asemejarse a pájaros prehistóricos o pterodáctilos. Nos enteramos por el blog de Carina Baskett, una alumna estadounidense de Vicente que tiene la suerte de viajar por el mundo y que le paguen por ello, que son bastante torpes en tierra y por lo tanto necesitan tirarse de un lugar elevado para poder volar. Por eso casi siempre lo que comen lo pescan al vuelo.
Después de la caminata nos subimos al barco y nos dieron frutas y unos sándwiches, y sin solución de continuidad nos dieron visores y snorkels para que viéramos los corales y pececitos de colores que había allí. Estaba nublado y el agua bastante fría, pero tomamos coraje y nos tiramos al agua. Vimos los peces tipo Nemo (peces payaso, o al menos eran parecidos), muy lindos, otros más chiquitos y también corales. Cerca del barco pasó también una tortuga marina, impresionante.
Después de eso, ya nos volvimos para Puerto López, en un nuevo viaje a todo vapor. Para distraerme y evitar marearme, yo (Vic) me puse a hablar con un yanqui que se había sumado al barco porque volvía a Puerto López después de estar como voluntario en la isla muchas semanas, haciendo censos de aves.
Por suerte la gente del hostal nos deja hacer "late check-out", así que disfrutaremos de la playa hasta el mediodía, almorzaremos ceviche, pescado o algún marisco, después nos bañaremos y saldremos hacia Guayaquil (o, como dicen acá, "Guaia-quil") para tomar nuestro avión.
Gracias a todos los que siguieron estas mini-aventuras de cerca, y sobre todo gracias por el apoyo (moral y económico) que permitió que terminemos bien nuestras vacaciones. Esperamos con ansias el asado del papá de Sofi del domingo.

jueves, 28 de abril de 2011

Ecuador 2011/4 Quemados y tomando batido de maracuyá en Puerto López, como debe ser

¡Bueno! Finalmente, después de tanto tramiterío, podemos decir que hemos disfrutado de un día de playa como Dios manda.
Ayer (miércoles 27) estuvimos todo el día con el tema de los pasaportes. En el consulado estuvieron bárbaro, hasta nos recibió el cónsul en persona y nos hicieron los pasaportes provisorios en el día. No sé si ya lo dijimos, pero Guayaquil es probablemente una de las cosas más feas de Ecuador (después de los robos a cuchillo): una ciudad enorme, calurosa, húmeda, en la que es imposible entender cómo funcionan los buses, los taxistas te estafan porque nunca usan el taxímetro y, para peor, la gente que vive ahí no conoce las calles ni te sabe decir cómo llegar de un lado a otro.
Más allá de esto, impactan los contrastes, es como una especie de Pilar gigante: puro shopping, autopistas, puentes, barrios cerrados y hasta cementerios privados. La impresión se hace más fuerte al ver la pobreza de los alrededores.

Por suerte, ayer nos fuimos de Guayaquil habiendo completado el tramiterío, y nos tomamos el primer bus disponible a Puerto López, provincia de Manabí. Llegamos a eso de las 9 de la noche y fuimos directo a un hostal del que teníamos buenas referencias. Es lindísimo, con un jardín tropical exhuberante, cómodo, y además hoy nos dieron un desayuno bárbaro. La gente es muy amable (como en todo Ecuador), y parece que acá no hay problemas de seguridad y se puede circular tranquilo casi a cualquier hora.

Dormimos muy bien y hoy a la mañana partimos para el parque nacional Machalilla, que está a unos 10 minutos de acá, donde hay un sendero con miradores a unas playas espectaculares. Haciendo ese sendero conocimos a dos chicas, una argentina y una suiza, así que terminamos juntos de caminar y llegamos a la playa Los Frailes, que es la única del parque en la que está permitido bañarse. El lugar es paradisíaco y tranquilo. Estuvimos horas en el agua, charlando y
tomando sol, de ahí nuestro súbito acamaronamiento "como gringos", que es un dicho que tienen acá. Finalmente nos sentimos de vacaciones luego de varios días de trastornos. Estuvimos como hasta las 5 de la tarde, y ya volvimos, porque el parque cierra a esa hora. Aquí nos tomamos unos batidos (licuados) de maracuyá y de piña y luego saldremos a cenar, para ver si Vicente puede comerse su postergado ceviche.
Mañana vamos a ir en una excursión a la Isla de La Plata, que está enfrente de Puerto López, a la que llaman "la Galápagos del pobre", porque hay algunos animalitos que también están en Galápagos (aunque obviamente no es lo mismo, pero es un premio consuelo para presupuestos bajos). La excursión dura todo el día porque hay que ir en barco y el viaje toma como una hora y media. En el mismo hostal podemos contratarla, así que esta noche ya la reservaremos. El sábado por la mañana iremos a la playa de aquí, de Puerto López, que es muy linda, y al mediodía ya partiremos para Guayaquil, ya que el avión sale a la noche.
Por suerte, las chicas que conocimos hoy nos sacaron algunas fotos y prometieron mandárnoslas por mail, ¡así por lo menos nos queda algún recuerdo!
Aparentemente las cosas ya se están normalizando por aquí, lástima que nos quede tan poquito tiempo y que por ahora no podamos subir fotos al blog.

miércoles, 27 de abril de 2011

Ecuador 2011/3 Haciendo trámites en Guayaquil

Antes que nada, queremos agradecer a todos nuestros familiares la preocupación por nosotros, y a papá Daco los dos giros de Western Union. Por suerte las gestiones realizadas en esa empresa dieron resultado (las de ustedes, y las de la gente de Assist-Card), porque ayer fuimos con Jacinto, el marido de la chica de turismo, y pudimos cobrar el giro que estaba a su nombre, y también el que estaba a nombre mío (Vic), con sólo presentar la denuncia. Paradójicamente, el día anterior me habían rechazado la posibilidad de cobrar con ese mismo papel. Se ve que los contactos mueven el mundo.

Llegamos anoche (martes 26) a Guayaquil, después de un viaje largo desde Esmeraldas, porque
prácticamente cruzamos Ecuador de norte a sur. En realidad el país no es tan grande, y aunque las empresas de bus son buenas, la ruta es pésima, sin iluminación, sólo mano y contramano y pasa por todo pueblito de mala muerte posible. Eso demoró nuestro viaje, tardamos casi 10 horas en llegar acá. Conseguimos hotel en Guayaquil, y ahora, después de desayunar, nos vamos para la cancillería para gestionar nuestros pasaportes provisorios. Si todo sale bien, quizás nos los den pronto, o si no tendremos que ir a Manabí para descansar un poco y después volver con tiempo para buscar nuestros pasaportes.

Además de la enorme ayuda de nuestras familias, nada de lo que hicimos hubiera sido posible sin la ayuda de la señora que atendía en el hotel, y de la chica de turismo y su marido, que se pasaron con la ayuda que nos dieron. Son testigos de Jehová; eso no explica la ayuda, más bien lo que lo explica es que son, ante todo, buena gente.
Por suerte Paula, la hermana de Sofi, nos había enviado escaneados todos los documentos, eso nos sirvió por el camino, porque la gendarmería paró dos veces el micro pidiendo identificaciones, y con la denuncia y las fotocopias no tuvimos problemas. No nos había pasado antes, y a los hombres hasta nos palparon: se ve que deben estar muy alertas en la ruta que va de norte a sur, por la conexión con Colombia. Además, el gendarme miró con mucha sospecha el contenido del equipo de mate; entre que no teníamos los pasaportes y que acá en Ecuador llaman "yerba" a la droga, ¡pensé que nos iban a detener en cualquier momento! Pero por suerte no pasó a mayores.
Veremos si acá en Guayaquil nos hacen los trámites rápidos para poder aunque sea ir uno o dos días a la playa, ¡si no, vamos a volver más cansados de lo que nos fuimos!

Si podemos, hoy mismo o mañana escribiremos para contarles cómo va el trámite del pasaporte, pero ya con tener dinero en mano las cosas cambian sustancialmente, ¡así que no se preocupen!

lunes, 25 de abril de 2011

Ecuador 2011/2 ¡Nos robaron todo!

No queremos alarmarlos, pero tampoco queremos dejar de contarles. Estamos en Atacames, Esmeraldas, al norte de Ecuador. Hoy salimos a caminar por la playa, a la mañana, y como de costumbre, siempre llevamos el dinero con nosotros, porque tampoco sabemos si es seguro dejarlo en el hotel. También llevábamos los pasaportes. Resulta que cuando llegamos a una punta de la playa, ¡nos abordaron dos muchachos con un cuchillo y nos robaron todo! O sea que no tenemos ni un centavo ni pasaportes. Fuimos a la policía, que se portó re bien, nos llevaron
por todos lados a ver si los encontrábamos, pero eso es casi imposible. Así que hicimos la denuncia, ya nos pusimos en contacto con el Consulado argentino y Daniel, el papá de Vicente, le hizo un giro por U$S 280 por Western Union, que Vicente fue a cobrar a Esmeraldas (a media hora de acá). La dificultad es ver si lo puede cobrar sin pasaporte; según nos dijeron, con la denuncia del robo es suficiente.

Nos ayudó mucho la policía, la gente del hotel (tenemos esta noche pagada, por suerte) y la gente de Turismo; ahora escribo desde su computadora. También le prestaron plata a Vicente para ir hasta Esmeraldas, a cobrar el giro, y nos dejar usar el teléfono. Los de Assist Card, bastante chotos: no nos dan guita ni nos resolvieron nada que no pudiéramos hacer nosotros mismos.

Luego escribiremos de nuevo para mantenerlos al tanto. No se preocupen, porque no nos hicieron nada, fue sólo un segundo, pero bueno, ¡nos arruinaron las vacaciones!
Encima cuando queremos llamar por cobro revertido, no está habilitado ese servicio acá. En cuanto cobremos el giro nos actualizaremos el blog nuevamente.

jueves, 21 de abril de 2011

Ecuador 2011/1 Llegada a Quito

Acá estamos, aclimatándonos a la altura en un cyber de Quito. En
un rato volvemos al hostal para decidir si subimos al "Teleferiqo", o si
directamente vamos para la "Mitad del Mundo".

Ayer (miércoles 20 de abril) tuvimos un traqueteo importante. El remisse tocó timbre a las 4 de la mañana en lugar de las 4:30 (como habíamos quedado). Igual ya estábamos despiertos. Llegamos rápido a Ezeiza a pesar de la lluvia, 5:30 ya estábamos haciendo el check-in y despachando las valijas.
Hicimos tiempo durmiendo como podíamos en los asientos de la zona de embarque, y a eso de las 8:00 embarcamos. El avión salió puntual, 8:30 hs. Volamos unas 5 horas y llegamos a eso de las 13:00 a Lima, aunque en la hora local eran las 11:00. Como decía nuestra sobrina Lara, el avión de LAN estaba bárbaro: tenía pantallitas individuales con películas, música y hasta jueguitos. Habíamos tomado algo en Ezeiza (un café de máquina y masitas de la panadería Los Pinos, que está a la vuelta de casa).
Igualmente no desdeñamos el desayuno/brunch muy completo que nos dieron en el avión: fruta fresca, pan, y una omelette de jamón y queso. Como Sofi no quería el suyo, tuve que hacer el esfuerzo y comerme los dos.
En Lima teníamos que hacer conexión con el vuelo a Quito, y si bien embarcamos a tiempo, el avión se atrasó en salir como una hora, "debido al tráfico aéreo", según explicó el piloto. Había una avioneta privada delante nuestro (fantaseábamos que era la de Ricky Fort), y hasta que esa no salió, no despegamos. Ahí se nos vino abajo la imagen de la empresa, porque como "almuerzo" nos dieron un sandwichito de jamón y queso y una golosina de chocolate y dulce de leche (o algo así). Sofi, que no había comido omelette, se cagó de hambre.
Llegamos a Quito sin problemas a las 15:45 (hora argentina 17:45), aunque nos recibió un clima bastante hostil, lluvia y frío. Parece que está lluvioso hace varios días, pero hoy, si bien hay nubes, está más despejado. Un taxi nos llevó al hostal que reservamos y allí nos esperaba Luigina, que es su dueña, una señora italiana re amable, que nos pasó un montón de datos de utilidad. El hostal está bárbaro, tenemos una habitación enorme con baño privado para los dos
y al lado una cocina completa a nuestra disposición, a la que ya comenzamos a darle uso. También hay a media cuadra almacencitos donde compramos cosas para comer, hay una verdulería a la vuelta, farmacia y demás negocios de utilidad.
Los precios están baratos, igual o más barato que en Argentina; en general, todo más barato que allá, y excelentes productos.
Nos quedaremos aquí hasta el domingo 24, porque el sábado queremos ir a la feria artesanal de Otavalo, que es un pueblo que queda cerca de Quito, y nos la recomendaron mucho, así que estaremos un día más aquí. Luego partiremos a la playa, en primer lugar, al norte, a Esmeraldas y luego bajaremos por la costa hasta llegar a Guayaquil, de donde sale nuestro avión de regreso.