martes, 15 de enero de 2008

Mendoza 2008 /2

Acá estamos, en la ciudad de Tunuyán, “capital de la manzana” y de fábricas de sidra que no se pueden visitar (!), ubicada en el valle de Uco, a unos 80 km de la ciudad de Mendoza. Esta es nuestra última escala mendocina antes de llegar a la Capital, después de una gran vuelta en nuestro periplo este-oeste, sur-norte.
Recapitulando: la última vez que escribimos estábamos en San Rafael, en medio del famoso cañón del Atuel. Después de levantar campamento, antes de irnos visitamos una bodega chiquita, Labiano, como para ir completando esta “ruta del vino” que de a poco vamos recorriendo (o al menos, yo, Vic, porque Sofi solo se anima a los blancos o rosados dulces).
De ahí partimos para la ciudad de Malargüe, famosa por estar muy cerca de Las Leñas. Recalamos en el camping cercano al Dique Blas Brisoli, a unos 12 km de la ciudad, porque el camping municipal estaba lleno a raíz de la XXII Fiesta Nacional del Chivo, que se celebraba cerca de allí, y la otra opción era ir al camping de los Castillos de Pincheira, que quedaba a 27 km de ripio distante de Malargüe. Creímos que era la mejor opción, porque había pocas carpas y se veía lindo, además había un criadero de truchas y un restaurant donde las mismas podían comerse. Pero en unas pocas horas comenzó a llegar gente y el apacible camping comenzó a convertirse en un hacinamiento vil. Además, era todo de tierra, lo que no contribuía a nuestra higiene ni a la de la carpa. Para colmo, el agua caliente no abundaba (yo, Sofi, terminé bañándome a las 22:30 con agua congelada) y la luz se cortó varias veces: una de ellas, cuando estábamos a punto de cenar, por lo que tuvimos que hacerlo a la luz de la linterna.
En Malargüe enganchamos el final de la Fiesta del Chivo y Fiesta Provincial del Cordero. Ahí nos castigamos con unas empanadas y una porción de chivo a la llama, paseamos por la feria (a medida que avanzabas, los sofisticados stands de artesanías se convertían cada vez más en una feria paraguaya digna de la Isla Maciel), y nuestra idea era ver el show de Victor Heredia que estaba programado como cierre de la fiesta, pero se atrasó mucho y al día siguiente partíamos para el Valle de Uco, así que nos fuimos antes y así y todo nos terminamos acostando bastante tarde (3 AM). Otro factor que nos desalentó a quedarnos y nos animó a partir fue la sucesión de intérpretes folklóricos locales y de otras provincias, que iban variando en calidad. Lo que nos terminó de decidir fue una recreación de la vida de los crianceros (o sea, la gente que cría los chivos, en lo alto de los cerros), donde el mentor de la fiesta del chivo recitaba una apología del criancerismo (si cabe este término) mechada con toques de un patriotismo recalcitrante. Al escenario no sólo subieron crianceros y cantantes, sino también los protagonistas de la fiesta: ¡chivos y chivitos vivos! Que eran retenidos arduamente por los paisanos, porque no les agradaban mucho las luces del escenario. Terminamos todos cantando el himno nacional (chivos incluidos) y gritando, arengados por Don Asencio, “¡Viva la patria!” (y faltó un “¡Viva Perón!”).
Como si eso fuera poco, tuvimos que morfarnos toda la entrega de premios del concurso de canto y baile que se celebró durante la fiesta, donde arrasó la Peña el Caldén (no sabemos si por ser los únicos participantes del certamen o qué). Se llevaron como nueve premios que consistían en unos mamotretos de madera con una foto de Malargüe, imposibles de acomodar en ningún lado, que tenían en su interior un par de tristes postales.
(Tal como lo indica la Ley de Murphy, a los pocos minutos de irnos, anunciaron que empezaría el show de Víctor Heredia, porque lo escuchamos en la radio a medida que nos alejábamos rumbo al camping…)
Había muchas cosas para hacer en los alrededores de Malargüe… claro que en todas había que pagar entrada, o bien contratar una excursión de $50 a $100 per cápita. La Caverna de las Brujas, la Laguna de Llancanelo y Payunia quedaron descartadas por el segundo motivo. Así que el día en que llegamos a Malargüe fuimos a lo único que se podía visitar gratis, el observatorio de rayos cósmicos Pierre Auger (juro que no era “turismo esotérico”, es absolutamente científico aunque un poco largo de explicar… digamos que se dedican a investigar partículas de muy alta energía que vienen del espacio exterior… una especie de adelanto del “turismo astronómico” que queremos hacer en San Juan, en el Parque Nacional El Leoncito). Después visitamos los castillos de Pincheira (que por supuesto ahora cobran entrada), una formación rocosa que asemeja castillos, donde hay un parque, un río y donde instalaron un kiosco y restaurant. Hay muchos hermanos chilenos visitando la provincia, y también nos topamos con un contingente de europeos y yanquis esperando para consumir su porción de “cakes fried in pork lard” (es decir, sopaipilla o tortas fritas en grasa), que nosotros también degustamos.
El día en que partimos de Malargüe, pasamos antes por el valle que lleva a Las Leñas, vimos el Pozo de las Ánimas y su gemelo (sigue siendo tan escalofriante como solía ser cuando la flia. Calvente iba al hotel Lahuen-Co), y también la “laguna de la Niña Encantada”, en donde por supuesto nos cobraron la entrada, luego de llegar por un errado camino de ripio que nos hizo sufrir de lo lindo, al punto de que yo (Sofi) me ofrecí a bajarme cada tanto a despejar las piedras que amenazaban con destruir el pobre auto.
Por todo esto, y por un corte de ruta contra la minería en San Carlos, se nos hizo bastante tarde el domingo pasado, y llegamos a Tunuyán como a las 21:30, sin tener idea de dónde carajo acampar. El único camping que vimos metía miedo, así que apelamos al último recurso (perdón papá Daco): tarjetear una noche de hotel. No estuvo mal volver a la “civilización” de una cama y una ducha caliente, por una noche al menos.
Ayer hicimos un “estudio de mercado” y terminamos en un camping bastante tranquilo (cuando los vecinos deciden no poner música), con pileta y quinchos, así que la tarde pasó con mucho relax. Y hoy estuvimos recorriendo un poco el resto del valle, continuando con la “ruta del vino”, conociendo una fábrica de dulce casero y visitando el “Corredor Productivo” que lleva a la bella Tupungato. Antes, hicimos una escala por el Manzano Histórico, un lugar donde San Martín se detuvo a pergeñar el cruce de los Andes para libertar a Chile. Eso es lo que nos vendieron, pero al llegar al lugar, nos encontramos con un sustituto del manzano (que feneció hace varias décadas) y varios campings terrosos. Igualmente, el parque en el que se insertaba el falso manzano estaba lindo como para hacer un pic nic, cosa que llevamos a cabo, y luego seguimos viaje.
Mañana partimos para Mendoza capital, aunque lo más probable es que busquemos un lugar cercano que sea lindo como para acampar (esperemos que con mejor suerte que el día en que llegamos acá). Después seguiremos rumbo hacia el norte, cada vez más cerca de San Juan.

La posta

Malargüe
Dónde acampar:
* Camping Cuyam-Co (Camino al Dique Blas Brisoli s/n, a 12 km de la ciudad). $10 por persona sin adicionales. Es el mejor camping de los alrededores, pero eso, más que hablar bien de éste, habla mal de todos los campings de la zona. Parecen interesarse más en el restaurant y el criadero de truchas que funcionan allí que en la atención de los acampantes. Cuando fuimos nosotros había mucha gente debido a la fiesta del chivo, y estaban desbordados: no había suficientes tomas de luz por parcela, escaseaba el agua caliente y se cortó la luz dos veces.
* Otras opciones son el camping municipal, ubicado en la ciudad (tel. 02627-470691), y el de Castillos de Pincheira, caro, precario y alejado de la ciudad (Distante de Malargüe a 27 km por camino de ripio). Este último, $15 por persona. Luz eléctrica de 22 a 24 hs. Agua caliente de 18 a 22 aproximadamente. También se puede ir a pasar el día ($5 por persona).

Qué visitar:
* Fiesta nacional del chivo (principios de enero). Entrada $5 por persona. Patio de comidas, feria y números de música y baile en vivo. El plato de chivo con ensalada ronda los $22. Venta de medio chivo a $50, un chivo entero $100.
* Observatorio de rayos cósmicos Pierre Auger. Av. San Martín norte 304. www.auger.org.ar. Visitas turísticas de lunes a viernes, sólo a las 17 hs.
* Caverna de las Brujas. 2 horas, $20 por persona, reservando previamente el turno. Sofi no nos permitió ir porque fue cuando era chica, y el episodio traumó su infancia: "La palabra que tengo para describirlo es terror: pensamos que nunca íbamos a salir vivos de ahí". Cabe aclarar que cuando ella fue con su familia la infraestructura era muchísimo más precaria y que ellos llegaron a un lugar que ahora está vedado al público, la "Cámara de las Flores".
* Cascada Manqui-Malal (a 30 km de la ciudad). Acceso $3 por persona.
* Laguna de Llancanelo. Sólo con guía autorizado, entre $70 y $100 por persona.
* Payunia. Sólo con guía autorizado (12 horas, $150 por persona) y vehículos 4 x 4.
* Al norte, en el camino a Las Leñas, puede visitarse el Pozo de las Ánimas (gratis), y la Laguna de la niña encantada (entrada $3 por persona, quién sabe por qué). Una recomendación: no tomar ninguno de los dos viejos caminos a la laguna, de ripio y en pésimo estado. Desde la ruta principal hay un acceso directo que te deja al otro lado del río. Ahí se cruza el puente y se llega a la laguna, sin destruir el auto en el intento.

Valle de Uco
La mayoría de las localidades del valle son pintorescas y están muy cercanas una de la otra. Haciendo un balance, si bien nos quedamos en Tunuyán, recomendamos especialmente Tupungato como el lugar en el cual hacer base para recorrer el valle.

Dónde alojarse:
* Hotel Tunuyán (***). Av. San Martín 1248.
hoteltunuyan@yahoo.com.ar / hoteltunuyan@slatinos.com.ar. Doble $98 con desayuno. Tarjetas de crédito. Excelente atención.
* Camping La Primavera (Crayon s/n, Tunuyán). www.complejolaprimavera.alojar.com.ar. $15 por persona sin adicionales. Muy lindo y cuidado. Quinchos individuales, dos piletas, parrilleros, proveduría.
* Los campings camino al Manzano histórico están lejos de todo lo demás y no parecían ser gran cosa. Especialmente escalofriante era La Riojita (Carril Vista Flores s/n), $12, un camping que de noche es digno de Norman Bates.

Qué visitar:
* Todo el Corredor Productivo (ruta provincial 99) es lindo para recorrer, y allí hay muchas fincas y bodegas que pueden visitarse.
* Bodega Giaquinta.
Carril Zapata s/n – La Arboleda – Tupungato
tel. 02622-488090 - guiaquintavinos@ssdnet.com.ar - Visita guiada y degustación. Precios accesibles (hay vinos en botella o damajuana, de calidad y económicos).
* La Bodega Salentein es muy promocionada, pero ojo: la vista guiada y degustación vale $15 por persona.
* Fábrica de dulces artesanales Tierra Andina y bodega Nono Coletto (vinos de alta gama). Liniers 880, tel. 02622-488673, Tupungato. Degustaciones y excelente atención. Dulces a $10 c/u, o 2 por $18.
* Reserva Provincial del Manzano histórico. Acceso desde Tunuyán, por la ruta provincial 94. Entrada gratuita. Además del manzano y sus vástagos, hay un lindo parque, un monumento y un río para pasar un rato agradable. Hay campings al lado.
* Museo y fuerte San Carlos. Calle Independencia y Lencinas, sobre la plaza central. Entrada gratuita. www.sancarloshoy.com.ar.
* Laguna del Diamante (120 km de ripio en subida). Acceso preferentemente en vehículos de doble tracción.

2 comentarios:

Pedro Troncoso dijo...

Que buen relato!! Mas claro que cualquier guía turístico. Gracias

Vicente Costantini dijo...

Muchas gracias a vos por pasar.
Este año iremos a Catamarca y alrededores (La Rioja, Tucumán, Santiago del Estero), ¡así que ya les contaremos de nuestras aventuras!